La promesa de “corazón y compasión” de Donald Trump para los Dreamers
Por Janet Rodríguez
El pasado 5 de septiembre, el presidente Donald J. Trump declaró en un comunicado de prensa que pretendía resolver el problema de DACA (o protección a los “Soñadores”) con “corazón y compasión”, en la misma orden en la que ponía fin a la acción ejecutiva de su predecesor, Barack Obama, que protege a 800 mil jóvenes indocumentados.
Terminar la acción diferida para los llegados en la infancia fue promesa de campaña, y su base se lo llevaba recordando desde hacía meses. Pero la promesa lo llevó a una encrucijada. Si bien había dicho que eliminaría el programa, cuando tomo la presidencia declaró en varias ocasiones que los Dreamers no tenían nada que temer y que él los estimaba mucho, que eran magníficos, expresó un día desde la oficina oval.
El “corazón y compasión” de Trump se tradujo en darle seis meses al congreso para que les resuelva el futuro a los soñadores. Si no lo hacen, el mandatario ha dicho que estaría dispuesto a reconsiderar su postura.
Ese es el talón de Aquiles de Trump, el vaivén de promesas, tuits y declaraciones que se contradicen y dejan boquiabierto a más de uno.

Foto: Damian Dovarganes/AP
Pero la falta de congruencia del presidente tiene efectos reales, sobre todo en las vidas de millones de inmigrantes indocumentados cuyos futuros están en la cuerda floja. En una de sus primeras acciones ejecutivas, Trump puso a la oficina de inmigración y aduanas a “hacer su trabajo” y exigió que el Departamento de Justicia buscara la manera de desaparecer las ciudades santuarios.
Hasta ahora, esta administración no ha logrado deportar a los tantos “criminales y gente mala” como había prometido. De hecho, la administración Trump deportará a menos inmigrantes este año fiscal, en comparación con el mismo periodo el año pasado.
Las ciudades santuarios siguen en pie. Alcaldes pro-inmigrantes como Rahm Emmanuel de Chicago y Eric Garcetti de Los Ángeles, han demandado al gobierno federal y han prometido proteger a los más vulnerables.
Y hasta el muro de Trump está en veremos. México no pagará por su construcción, y el congreso tampoco tiene el deseo político de avanzar la promesa del presidente de “construir el muro”. El secretario de estado de California Xavier Becerra ya impuso una demandan legal alegando en parte que los planes de Trump para el muro no cumplen con los requisitos de las leyes federales.
Pero la ultra derecha está tan pendiente de los movientes de Trump en cuanto a inmigración, como el inmigrante que teme ser deportado. No pierden la oportunidad de recordarle que prometió mano dura, y hasta le han hecho saber que suavizar su postura lo llevará al suicidio político.
La papa caliente que son y siempre han sido los inmigrantes, ahora está que arde. El presidente está en jaque y la Casa Blanca ahora tiene que reconciliar el “corazón y compasión” de Trump con sus promesas y retórica.

Janet Rodríguez, periodista siete veces ganadora del premio Emmy. Actualmente se desempeña como corresponsal de la Casa Blanca para la cadena Univision. Antes de unirse al equipo de Univisión, Rodríguez fue por diez años reportero local y nacional de Telemundo, trabajando en Washington DC, Phoenix, Arizona y más recientemente, en Chicago, Illinois como corresponsal de la red Midwest. Rodríguez ha cubierto historias nacionales como los disturbios en Ferguson, la crisis del emigrante en la frontera de Texas, y la visita del Papa Francisco a los Estados Unidos. Además, fue incorporada a la campaña presidencial de Ted Cruz, proporcionando cobertura nacional sobre asuntos que afectan a la comunidad latina. Mientras estuvo en Phoenix, pasó cinco años como reportera de política para KTAZ-Telemundo Arizona. Además, fue presentadora del programa político semanal Enfoque de la estación de Arizona, donde se centró en los temas fronterizos del suroeste y la política de inmigración. Graduada de la Escuela de Comunicaciones de American University, Rodríguez comenzó su carrera como reportera local en Washington, DC, donde actualmente reside.