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Crónica de un corresponsal no alineado

 

(Del libro El cuento de la guerra)


Por Eduardo Bähr

TEGUCIGALPA. (13 G.M.T.) Catorce juilio Mffw sesenta y nueve STOP durante el sueño de los capitalinos en la madrugada de hoy fuerza aérea salvadoreña bombardeó esta pacífica ciudad STOP.

Algunas bombas hicieron impacto en los techos de las casas de las colonias aledañas al aeropuerto internacional Toncontín y quedaron incrustadas en las cornisas y láminas de asbesto sin hacer explosión, otras cayeron a unos mil metros de la pequeña base aérea abriendo enormes boquetes que aparecieron cubiertos por la tenue llovizna de la mañana. Los aviones, extraños aparatos parecidos a los que se amontonan en los incineradores de basura sobrante en Panamá, volaron a baja altura y a la velocidad moderada. Muchos vecinos vieron asombrados cuando se abrían las portezuelas y miembros de la tripulación uniformados con el mismo color del ejército de Honduras sacaban con las manos la mortífera carga para dejarla caer sobre su objetivo. El mismo día fueron descubiertos otros artefactos  que no habían estallado, con la punta del detonador semi-enterrado en el cuerpo  de unos adobes, cuando unos niños de los barrios pobres circundantes los cabalgaban alegremente. La operación de bombardeo duró apenas cuatro horas, por lo cual y debido a la rapidez y a la sorpresa del ataque, la poderosa flotilla de los hondureños no pudo responder inmediatamente al feroz ataque.

                TEGUCIGALPA, (18 G.M.T.) mismo día ésta fffwwp supo gobierno. El Salvador ordenado mmm46wp garantizar vida de los paisanos residentes en Honduras STOP.

                En Tegucigalpa ha sido ordenado, en el transcurso de este día, un apagón total, sin que la población civil se entere a conciencia de lo que está pasando. La alarma natural trajo consigo hechos inesperados. Algunos nuevos hondureños vieron su primera oscuridad en una precipitación del proceso biológico, que obligó a los estudiantes de medicina, practicantes del hospital para menesterosos, operaciones a la luz de linternas oftálmicas. Algunas personas, presumibles quintacolumnistas,  fueron apresadas cuando hacían señales hacia el cielo encapotado con las brasas de sus cigarrillos. Sin embargo, las sirenas estuvieron sonando durante toda la noche mientras las radioemisoras en cadena transmitían marchas militares en frecuencias aparentemente especiales que no pudieran ser captadas por los aparatos voladores.

                TEGUCIGALPA, (Según ffwppf de la guerra) Julippf quince STOP. Un comunicado de prensa de la casa de gobierno informó al pueblo que se trataba de una invasión planificada y ejecutada por las catorce familiffpnn y su ejerctthhnn de formación prusiana STOP.

                El gobierno dijo hoy que el ejército salvadoreño se había lanzado a una loca aventura tras la conquista de las feraces tierras hondureñas, tirando por delante, a manera de avanzada, a la llamada Guardia Nacional y a los civiles de las áreas fronterizas. Dijo asimismo que el ejército compactó filas y organizó la resistencia. Fuentes generalmente bien informadas aseguraron que el Alto Mando Militar había tenido un momento de indecisión debido a que un miembro del Estado Mayor aseguró que la mejor estrategia sería dejar la defensa del suelo patrio en manos de la naturaleza, entendiéndose por esto que las altísimas montañas de la frontera se tragarían al invasor procedente de una depresión con apenas tres o cuatro vulgares alturas volcánicas. La plana mayor, no obstante, decidió arriesgar su magnífico cuerpo bélico con la confianza insuflada por sus jefes, casi todos educados convenientemente en Fort Gullik de la Zona del Canal.

                TEGUCIGALPA, (MMFPT. M.G.T. de la guerra). STOP. El gobierno decidió hoy tomar en cuenta al poder civil para que forme los necesarios frentes de seguridad civil interna. STOP poderosa cadena radial  y de televisión que forman todas las empresas independientes, incluyendo la emisora oficial llamada HRN., o algo así, montaba rápida y eficiente organización STOP.

                Con cuadros de experimentados periodistas radiales se formó hoy la cadena radial al mando de un sargento en la caso de gobierno. Destacados intelectuales de la metrópoli capitalina se hicieron presentes en la sede para hace causa común y para ayudar a redactar los comunicados y las proclamas patrióticas; para orientar a la opinión pública mientras el ejército defiende las fronteras patrias. Uno de los primeros comunicados dijo hoy que el móvil principal de las fuerzas invasoras era el de abrir un corredor hacia el Océano Atlántico, desde Nueva Ocotepeque hasta Puerto Cortés, para dar costa y fronteras comerciales a la pujante industria nacional salvadoreña. Que por ese motivo los esfuerzos del ejército defensor se concentrarían en la zona sur-occidental de Marcala, en el Departamento de La Paz, para garantizar peligrosas regiones táctico-defensivas, y en la zona sur, para proteger las ciudades de la carretera Panamericana y la eventual penetración hacia la capital por la carretera de Nicaragua. La misma cadena radial informó posteriormente que es necesaria la participación directa del pueblo en la emergente situación, por la cual, millares de civiles, armados con machetes, viejos fusiles e instrumentos de labranza se dirigieron hacia las regiones indicadas. En fuentes extraoficiales se supo, no obstante, que las formaciones invasoras había tomado la ciudad fronteriza de Nueva Ocotepeque y varios pueblos, aunque no se asegura que esto sea totalmente cierto. Igualmente circuló la especie de que un conocido terrateniente militar de la zona estratégica de Santa Rosa de Copán había sido descubierto en la maniobra, nada militar, de alterar los roles de la tropa, para su provecho económico, situación que mantenía vigente desde la entrada del poder militar en la pequeña república istmeña.

                TEGUCIGALPA, NN.V. Tercer día de la guerra STOP. Intelectuales acampados en la casa de gobierno no aseguraron causa salvadoreña corría cargo catorce familias STOP.

                Se dijo que  la inversión millonaria para costear la loca aventura militar salvadoreña, había sido hecha por las llamadas “catorce familias”, las cuales se supone gobiernan aquel país en forma de oligarquía. Los mismos instaron al pueblo salvadoreño a levantarse en armas contra semejante sistema represivo de gobierno, asegurándoles que las tierras de su país les pertenecían por herencia del indio Aquilino, propaganda ésta tan estimulante que provocó inmediatamente setenta y dos levantamientos populares.

                TEGUCIGALPA, (6mo. Día de la guerra M.T.) STOP. La cadena radial arremetió hoy contra la Organización de Estados Americanos, STOP.

                Con una inteligente propaganda a favor de levantamientos populares en el seno del país agresor y la nueva tesis de que la invasión tenía el visto bueno de gobierno lejano de los Estados Unidos de Norte América, la cadena radial del gobierno hondureño empezó a penetrar en la opinión pública mundial, aparentemente interesada nada más que en el desenlace de una serie de partidos de fútbol entre estos dos países, en el sentido de que se propusiera un alto al juego. Fuentes que nos merecen todo crédito aseguraron de que una misión de la Embajada  Norteamericana en esta ciudad, había intervenido sus buenos oficios para hacer posible el estipulado de la paz hemisférica y parar la escalada  que llevaba ya visos de convertirse en una revolución popular a nivel centroamericano. Por la tarde de hoy el gobierno decidió prescindir de los servicios de los intelectuales redactores de proclamas y después de agradecerles con muestras de la más alta estima los expulsó de la sede. Los nuevos redactores, esta vez locutores de altos quilates de la radiodifusión nacional, aseguraron posteriormente que los intelectuales estaban infiltrados por intereses extraños al espíritu democrático del país y del continente.

Interin, las brigadas de defensa interna citadina descubrieron el auge inminente de una quinta columna salvadoreña y procedieron con eficacia militarizada, a desbaratar la operación desde sus bases. En las lejanas colonias capitalinas, sitios en que podía ser más efectiva la labor de zapa, empezaron a aparecer peligrosos delincuentes emparentados con el enemigo. Un viejo endiablado de aproximadamente noventa años fue capturado por una patrulla de estudiantes de un instituto central de educación media, cuando procedía a hacer señales al cielo con una linterna sorda. Los pequeños héroes trasladaban al sujeto a la comandancia de la defensa nacional más cercana, cuando un infarto cardíaco terminó con la vida del peligroso individuo apenas a la salida de su casa. Por otra parte se descubrió que individuos armados con metralletas ligeras probablemente de fabricación comunista, y desde lujosos automóviles Mercedes con placas de Misión Internacional, hacían ráfagas contra los grupos vigilantes. Hacia la madrugada, las patrullas reunieron en un solo puesto a todos sus prisioneros y comprobaron que habían seguido la misma táctica, esto es, fingirse completamente borrachos.

                TEGUCIGALPA, Dactor FFWWF tima de la serie STOP todía FDDC guerra STOP CORRspoal PCH PL y PN STOP (18. G.M.T.), ríos de la montaña informaron que ideólogos de invasión ban culpa señor Malta o Maltus.

                Por la tarde de hoy, cuarto día de confrontación bélica, se supo que la prensa salvadoreña instaba igualmente al pueblo hondureño a sublevarse contra una supuesta oligarquía amparada por otra supuesta dictadura militar. Los intelectuales de la radio salvadoreña, informaron que la campaña se había desatado para proteger a los braceros salvadoreños residentes en este país vecino, los cuales estaban siendo objeto de vejámenes y genocidio para despojarlos de sus tierras cultivadas. Los locutores de Radio Nacional aseguraron que los antiguos residentes en Honduras, paisanos suyos, eran vilmente asesinados y arrojados al río Ulúa. También dijeron que el pueblo debía compactar filas con el partido socialista de oposición al gobierno castrense hondureño, lo cual fue desmentido rápidamente por este partido que aseguró no ser ni socialista ni de oposición. La radio salvadoreña, captada con toda precisión en esta capital, pese a la prohibición, dijo también que personeros de las compañías bananeras de la Costa Norte de Honduras, amparaban la matanza en el entendido de que las tierras que necesita la actual Reforma Agraria del gobierno hondureño serían las de los despojados cadáveres. Todo lo anterior motivó la rápida acción de la Organización de Estados Americanos para detener las acciones bélicas en una zona de desmilitarización que abarcaba habitantes sin patria, resultantes de la densidad poblacional salvadoreña desde tiempos remotos.

 De esta manera y después de cruentas batallas en las que murieron centenares de patriotas, en su mayoría heroicos campesinos, la O.E.A. cumplió una vez más, los preciosos postulados de la Magna Carta, que amparan la paz y la hermandad entre todos los estados miembros, al tenor de lo establecido en los documentos que dan vida al sistema democrático del continente, como la Carta de la O.N.U. y la Constitución de los Estados Unidos de América.

                TEGUCIGALPA. (Serie guerra del fut-ball. Empieza). Texto de las entrevistas logradas por el corresponsal en diversos lugares de las repúblicas de Honduras y El Salvador, en relación con la presente situación de crisis que vive el istmo. Nota: las entrevistas de unos publíquense en el otro país y vicerveza.

                UNO: Julio Alemán Arana, de Tegucigalpa, treinta años, fanático: “Yo estuve en los dos partidos, en el que ganó Honduras en Tegucigalpa y en el que perdió en San Salvador contra la Guardia Nacional del Chele Medrano. Hasta fui de los que llegaron hasta El Amatillo a encontrar a los jugadores guanacos, porque aquí habíamos nombrado un comité Pro-recibimiento y le teníamos todo preparado para que no sufrieran por alimentación ni hospedaje. Cuando llegaron a la aduana se mostraron un poco recelosos, es cierto, pero nosotros no pudimos darnos cuenta por qué, aunque algunos de los fanáticos que nos acompañaron empezaron a decirles guanacos rateros y carteristas hijueputas y cosas así, pero eso se lo decían quedito para que no oyeran y yo creo que no oyeron nada; después del bus de los jugadores venían como cinco más y unos camiones hasta la pata de sombreros y banderines que tenían letreros de “Viva Honduras” y “Honduras al Mundial” y que fueron los que se vendieron hasta el último en las graderías del estadio. Cuando el juego se realizó los jugadores de los dos bandos se portaron bien y todos los que fuimos a ver el partido también, lo único que el público decían que mataran a los guanacos ladrones y que los dejaran a cero y cosas de esas que siempre dice la gente cuando está viendo el partido, aunque es cierto que andaban bolos y unos hacían disparos pero no creo que los hicieran contra los jugadores salvadoreños, porque podían herir a uno de los nuestros. Total, que esa vez les ganamos y eso fue lo que los puso furiosos pero como todavía estaban en suelo patrio por eso no dijeron nada. Después del partido los jugadores y los fanáticos de ellos anduvieron por las calles de la ciudad viendo las vitrinas y yo recuerdo que nadie les dijo nada y más bien vendieron todos sus sombreros y se fueron.

                Después me tocó ir con toda mi familia a la partida de San Salvador y ahí sí que nos trataron con las patas. Yo por suerte me fui donde un familiar que tengo, o sea un familiar de un amigo mío, y no sufrí nada en la estadía, pero sí a la vuelta donde me rompieron el vidrio del carro que cuesta como trescientos lempiras y me hirieron en la frente y casi me matan al niño de dos meses que lo había llevado también a ver la partida. A los jugadores hondureños los estuvieron desvelando toda la noche  para que no pudieran jugar bien al día siguiente y dicen que violaron a unas mujeres hondureñas que andaban viendo vitrinas, como ellos cuando anduvieron aquí. Todavía cuando estaba entrando a la frontera nos venían apedreando unos guardias y otros hacían disparos al aire para asustarnos y algunos tiros pegaron en los buses en que venían los excursionistas, hasta que pasamos al lado de Honduras y estuvimos a salvo de su furia asesina”.

                DOS: Rápido Gómez, cronista, locutor y periodista deportivo, veintiocho años, hondureño.

                Nosotros asistimos a la capital cuscatleca con la fanaticada y la delegación deportiva que representaba nuestros colores nacionales. El comité de recibimiento nos llevó al mejor hotel de la ciudad, el Intercontinental, en donde se alojaron los jugadores y algunos colegas, así como también el personal técnico, encargado del buen estado físico de nuestros atletas. Los miembros del comité nos recibieron bien, pero los guanacos que estaban hospedados en el hotel hicieron desde el principio una atmósfera de pocos amigos. A mí me tocó estar en el mismo cuarto con el cancerbero que estaba en los interiores, pero a la mayoría les tocó estar en cuartos con ventanas a la calle. Así fue como pudimos observar que apenas entrada la noche llegaban unos guardias nacionales y, con el pretexto de cuidarnos les indicaban a unos fanáticos las ventanas en que estábamos viendo hacia la ciudad. Entonces fue cuando los fanáticos recogieron unos cohetillos y morteros que estaban en un carro de la misma guardia y se dedicaron a reventarlos durante casi toda la noche para no dejarnos dormir. Cuando era bastante tarde llegó el propio General Medrano para ver cómo andaba lo que él mismo había planeado, y cuando los fanáticos le lanzaron vivas, se metió en su carro y se fue otra vez. No puedo repetir aquí lo que gritaban los fanáticos, porque desde arriba no se oía muy bien, pero allí se estuvieron toda la madrugada, todo esto sin que los que supuestamente nos estaban cuidando hicieran nada para impedirlo. Al día siguiente todos estábamos desvelados y enfrente de la puerta del hotel había un montón de gente esperando a que saliéramos para apedrearnos, pero alguien nos dijo que por la noche habían violado a unas muchachas fanáticas hondureñas y que habían golpeado a otras personas y hasta que algunas habían muerto; entonces tratamos de llamar por teléfono a Tegucigalpa, para que por medio de la radio en que trabajo se supieran los aprobios que nos causaban, pero no pudimos comunicarnos porque no nos quisieron dar la línea. El director técnico y otros encargados de nuestra selección decidieron que no se iba a jugar, pero las autoridades de la confederación dijeron que teníamos que cumplir con ese compromiso a como diera lugar. Así fue como vinieron unos carros de la policía y nos llevaron por pocos hasta el coso olímpico. Primero se llevaron a Pantera, al Burro y al Martillo, después a Shinola y a Cucaracha; así se estuvieron llevando a todos los jugadores y por último nos llevaron a los periodistas especializados. Allá en el estadium me dijo Chula que les habían apedreado el propio carro de la policía y Coyoles me dijo que no sabía si podría jugar con el cansancio que tenía; lo mismo opinaban Velocípedo y Armatoste. Después nuestros muchachos entraron al engranado bajo una lluvia de vituperios y botellas de cerveza. Cuando tocaron nuestro sagrado himno nacional los fanáticos prorrumpieron en tal escándalo que no se pudo oír ni una nota, y después que terminó el himno ellos entonaron otro al que le habían puesto una letra ofensiva para nuestra dignidad  nacional. Todavía cuando el juego había empezado no dejaban de insultarnos y habían puesto en lo alto de las graderías varios rótulos obscenos en los que destacaba uno de un cerdo cogiéndose a la efigie de nuestra Coneja Cardona.

Perdimos el partido por motivos obvios, teníamos en contra nuestro propio cansancio y el miedo que nos infundían las amenazas.  Así fue como perdimos ese partido histórico. Cuando terminó el partido, el público enardecido se dedicó a quemar unas bolsas llenas de zacate y a tirarse botellas y huevos podridos, unos contra otros. Al fanático hondureño que le tocó estar entre las hordas fanáticas le sucedieron cosas que no se pueden decir así nomás. Todavía cuando finalizó el encuentro la fanaticada se dedicó a ofender a todo hondureño que encontraba y a apedrear los vehículos que iniciaban su regreso. Nosotros tuvimos el premio de un gran recibimiento en el aeropuerto internacional, donde nos esperaba un pueblo cariñoso y un presidente deportista, así como todos los ministros del gabinete. Si esa noche el pueblo hondureño se desbordó por las calles capitalinas para quebrar vitrinas e incendiar negocios salvadoreños fue en justa represalia de lo que nos habían hecho. Hasta le puedo asegurar que eran los mismos salvadoreños los que andaban saqueando los negocios de sus propios paisanos, para robar todo lo que cayera en sus manos.”

                TRES. Adrián López, agricultor, hondureño, setenta y seis años.

                “Yo tengo que atravesar todos los días un vado del río para llegar a la finca. Vivo cerca de Omonita y tengo que ir todos los días hasta El Progreso. No tengo nada de tierra que pelear, por eso es que no me han molestado los del gobierno, pero desde que empezó eso de la Reforma Agraria le han pasado un montón de cosas a compañeros míos, tanto hondureños como salvadoreños. Primero fue lo de Las Guanchías, en donde murieron de escondidas varios campesinos que querían tierras; después fue eso de la guerra: algunas fincas quedaron peladas de salvadoreños que tuvieron que salir sólo con la ropa que llevaban puesta, dejando su casita y sus pertenencias, sus chanchitos y sus hijos, si eran hondureños. Ver que les habían matado, lo que es ver con mis propios ojos, no; pero en los últimos días yo me he estado sentado por las noches, a la orilla del río y los he visto pasar, que aunque me saquen los ojos que es cierto, y le sé decir que en sólo estos diítas han estado pasando más de diez por noche, y hoy que me estuve hasta la madrugada conté más de veinte. Con la luz de la luna se miraban brillantes flotando río abajo…”

                CUATRO: Justo Pacheco, soldado, olanchano, veinticinco años.

                “Los teníamos metidos en unas champas que estaban sobre unos palos, para que no pudieran escapar. Las champas no tenían ni una ventana y allí metimos hasta treinta jodidos con todo y familia. Al que queríamos acabarlo le decíamos que se fuera corriendo y le disparábamos, después lo íbamos a tirar al río. Por la mañanita los bañábamos antes de sacarlos un poco al sol; después mi coronel en persona los hacía correr alrededor de la plaza cantando nuestro himno nacional. A los que nos habían robado la tierra los mandaba a fusilar y decía que iba repartir lo rescatado entre nosotros los soldados. Yo creo que a mí me va a tocar algo porque fue bastante lo que nos dijo mi coronel que nos habían robado. Tengo varios días de estar esperando, pero algo me tiene que llegar, porque yo también tengo mujer y hijos…”   

Eduardo Bähr (Tela, Atlántida. Honduras) 23 de Septiembre de 1940. ESTUDIOS: Lengua y Literatura y  Letras Hispánicas; universidades de Tegucigalpa, Honduras y Cincinnati (USA). DOCENTE: Universidades Nacional Autónoma, Pedagógica Nacional de Honduras y University of Cincinnati (USA); cátedras de Español, Literatura, Periodismo y Teatro. CONSULTORÍA: Realidad Nacional; Arte y Literatura; Derechos Ciudadanos; Comunicación, Corresponsabilidad Social y Ciudadanía Crítica. AUTORÍA: Narrativa, textos teatrales, textos para niñas y niños y cuadernos de Educación Popular. ACTUACIÓN: Teatro desde 1965. CINE: No hay tierra sin dueño; Utopía; No amanece igual para todos; Corazón abierto; La casa de la justicia; Santitos; Morazán, la película. DIRECIÓN: Teatro de la Escuela Superior del Profesorado. Teatro Universitario UNAH. Teatro Nacional de Honduras. Teatro de la Universidad de Cincinnati. CONSEJO de Dirección: Revistas. Alcaraván, Astrolabio, Galatea, Presente, Cambio: TRADUCCCIONES: Parcialmente: inglés, francés, alemán, polaco, sueco, tagalo, catalán. ORGANIZACIONES: Culturales y gremiales. Derechos Humanos. RECONOCIMIENTOS: Premio Nacional de Literatura Ramón Rosa, del Estado. Nacional de Literatura Martínez Galindo dela Escuela Superior del Profesorado (Universidad Pedagógica).  Nacional de Literatura Itzamná de Bellas Artes;  Nacional de Literatura José Trinidad Reyes, UNAH. Medalla de Oro Fundación Museo del Hombre. Nacional DANZALUX;  Mundial: Medalla Gabriela Mistral, Chile 1995, para cincuenta intelectuales y escritores en el mundo. CARGOS: Director Biblioteca Nacional de Honduras. Director Editorial Universidad Pedagógica Nacional. Presidente CPTRT. Vicepresidente Madre Tierra, Capítulo Honduras. Secretario General PEN-Honduras. Director del Libro y Documento, Sector Cultura. Gobierno de Honduras.

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