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Breve selección poética


Por Andrés Moreira

Del tiempo

 

Cuando no sabías amarrarte los cordones…

¿Recordás? Escuchaste sobre

la distancia que hay de aquí a

los labios nocturnos de tu madre,

esa historia fantástica

del hombre

evolucionado a cucaracha.

 

Más tarde, al medio día,

cuando ya sabías beber como

los hombres y mujeres solitarios,

leíste la misma historia (plagiada de tu madre).

El sueño coronó tus ojos

y odiaste al tal Gregorio por pendejo,

Ahora que los zapatos te ciñen los pies

And the afternoon, the evening, sleeps so peacefully!

Gregorio, eterizado y exánime,

más que tu madre

(¿o era cucaracha involucionada a humano?).

El oficio de creer

 

 

“Por el aliento de Dios perecen,

y por la explosión de su ira son consumidos.”

Job 4:9

Señores, he decidido no renacer

y no vivir eternamente

(la vida eterna es absurda y renacer, egoísta)

también decidí caminar

sin miedo por estos picos

donde abrí los ojos

la tarde del suicidio del nazareno

¿y en qué va a creer este hijo de hombre?

-Se preguntarán molestos-

“Pobre, ha perdido la fe”

-murmurarán compungidos –

creo en la sonrisa de un niño cadavérico

creo en el llanto de un árbol

creo en la degradación

de los cuerpos por benévolos gusanos.

Pero no creo en su dios,

ese que ama con ira, y amándolos, se iracunda

-les responderé-.

Plegaria

(Poema para leer durante un genocidio)

Dios, Te ruego que sus armas se atasquen y sus manos se cercenen,

que el francotirador pierda la vista y una pierna,

cegalo con la luz que no tenemos.

Apagá la existencia de quien da la orden de fuego.

 

Dador de vida,

encendé brazas

entre las vísceras del tiranuelo que dejaste nacer.

 

No quiero un Moisés, ni otro mesías.

 

Dios de amor, tené piedad de mis madres,

ellas aún te rezan arrodilladas por saber a mis hermanos a tu lado.

Dios, soy aquel que ayer y hoy reniega de tu existencia.

Muerte

Para Ariel y Salvador, Los Poetas Atrincherados.

Es de noche,

te veo desde un agujero de la barricada.

Venís a salvarme del desconcierto de las horas,

venís a salvarme de las horas

venís delgada,

como un disparo.

venís,

con tu espectro de silencio.

Escarbás mi tráquea en un parpadear de vida.

Hace frío

 ya estás conmigo.

Mayo, 2018.

Abril

 

(Poema para leer después de un genocidio)

April is the cruellest month, breeding 

Lilacs out of the dead land (...)

T.S. Eliot The Waste Land.  1922.

He aquí el último poema que escribo.

Esto no significa que ya no encuentre

                                         versos en la deriva nocturna,

ni que no los hayan

ni que nadie más pueda encontrarlos                 

                                                      o tropezar con ellos.

Sucede que, desde el invierno de abril del 2018

Quiero escribir, y el llanto no me deja.

No son versos,

son lágrimas que encuentro y luego cargo

                            como un féretro

                                                con doscientos cadáveres dentro.

Andrés Moreira (1991), Managua, Nicaragua. Estudia Lengua y Literatura Hispánicas en la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua-Managua. Es miembro del consejo editorial de la revista Ágrafos. Algunos de sus poemas han sido traducidos al italiano y a su vez publicados en la revista digital del Centro Cultural Tina Modotti. Ha publicado poemas en Central American Literary ReviewCírculo de Poesía de México y Antagónica de Costa Rica. También fue parte del Festival Interuniversitario Centroamericano de Cultura y Arte –FICCUA Nicaragua 2017 y participó como ponente en XVIII Jornadas Andinas de Literatura Latinoamericana de Estudiantes (Costa Rica, 2017).

Foto: Marge Castro

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